Descripción
Tapa dura
Papel FSC certificado
Medidas: 22×28 cm
60 páginas
El libro de los Fantasmas, escrito por Nelvy Bustamante e ilustrado por Lady Desidia, nos introduce en el mundo de estos seres huidizos desde un punto de vista diferente al clásico. Poesía y prosa poética para describir la vida de estos seres más juguetones de lo que imaginamos, acompañada de preciosas y divertidas ilustraciones.
Una historia que apela directamente a nuestro repertorio fantástico alrededor de estas misteriosas criaturas que, en esta ocasión, cuenta con las inconfundibles ilustraciones de Lady Desidia.
SOBRE LOS AUTORES
Nelvy Bustamante es una de las voces más reconocidas del panorama de la literatura infantil argentina. De hecho, sus trabajos han sido incluidos en diferentes antologías, diarios, revistas y libros de texto y su producción literaria la ha llevado a recorrer muchas escuelas del país, donde participa en encuentros y diálogos abiertos con sus lectores. Probablemente, es este contacto directo con su público receptor el aliento principal a la hora de escribir textos como por ejemplo El libro de los fantasmas, una compilación original de poemas y cuentos breves en la cual incorpora el verso libre y la prosa poética para presentar historias que hablan de fantasmas, sí, pero con una sinceridad y una sencillez literaria con un gran poder evocador, unas propiedades que, sin duda, se aproximan al lenguaje y a los gustos de los más pequeños.
Las ilustraciones de Lady Desidia son las encargadas de acompañar y redondear visualmente esta propuesta. Tras esta firma se esconde Vanessa Borrell, una ilustradora con base en Madrid conocida, sobre todo, por sus personajes femeninos y por un particular universo creativo donde la vegetación se entremezcla con elementos cotidianos, con tazas de té, gatos y otros animales. Sin renunciar a este imaginario propio tan fácilmente reconocible, Lady Desidia se renueva en esta obra y presenta unas composiciones muy trabajadas, con una gusto especial por los detalles y por la construcción de escenarios narrativos por donde se deslizan unos simpáticos y tiernos fantasmas. Se trata, en definitiva, de una solución estética colorista y amable que se adapta al tono cariñoso y poético de una obra literaria que gusta tanto niños como a adultos y que huye del carácter terrorífico que habitualmente se le atribuye a estos personajes.